Atlas de las ciudades perdidas
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Atlas de las ciudades perdidas

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1 abril, 2020

Ninguna ciudad es eterna, ni siquiera Roma. Aude de Tocqueville nos lo recuerda con 40 ciudades que ya no son, y que forman este Atlas de las ciudades perdidas, que por una u otra razón se convirtieron en retazos de historia.

Seguro que algunas de ellas las conocemos bien. Cuando leímos el título la primera ciudad en la que pensamos fue Pompeya, la ciudad italiana que desapareció bajo la ira del Vesubio. También recordamos la gloriosa ciudad imperial de Angkor en Camboya, la malograda Hiroshima, o la eterna rival de Roma, Cartago. Pero también encontramos otras menos conocidas, como Antinoópolis, una antigua ciudad egipcia que fue arrasada por los árabes, o la chipriota Varosha, que fue abandonada tras la invasión griega de la isla. 

Cartago

Cartago

Por desastres naturales o nucleares, por guerras, porque ya no son necesarias… muchos son los motivos por los que estas ciudades desaparecieron, aunque alguna de ellas ha vivido un renacimento gracias al cine y a los videojuegos

Un de estos ejemplos es la antigua ciudad iraní de Bam,que fue abandonada en el siglo XIX (aunque en el siglo XX el turismo comenzó a recuperar la ciudad hasta el gran terremoto de 2003). La ciudadela de la ciudad fue utilizada para la película de 1976 El desierto de los tártaros.

Mucho más reciente es Skyfall, la 23ª película de Bond que utilizó como una de sus localizaciones la isla de Hashima. En esta isla japonesa se encontró carbón y comenzó a habitarse en 1887. Llegó a ser el lugar con más densidad de población del mundo, pero el fin de las guerras y el mayor uso del petróleo provocó el inicio del declive de la isla, que cerraría definitivamente en 1974. 

Isla de Hashima

Isla de Hashima

Y por último una ciudad que ha aparecido tanto en videojuegos como en cine. Los que hayan jugado alguna vez a Silent Hill o hayan visto la película, seguramente recordarán el pueblo homónimo, gris, cubierto de una neblina perpetua y donde aparecen monstruos cuando llega la noche. Pues este lugar existe… bueno, sin monstruos. Se llama Centralia y se encuentra Pensilvania. En 1962 se incendió un basurero que se encontraba en una mina abandonada. El fuego encendió una veta de carbón y el incendio se propagó por todas las minas que se encuentran debajo del pueblo. Se calcula que el subsuelo seguirá ardiendo por lo menos 250 años más, dándole a lo que queda de la ciudad una apariencia tenebrosa.

Centralia

Centralia

La autora

Aude de Tocqueville es una escritora francesa muy interesada en temas históricos y artísticos, de los que ha escrito numerosas obras. Esta parisina es una ferviente enamorada de su ciudad natal, donde trascurren varias de ellas. 

Aude de Tocqueville

Si el tema os parece interesante no podemos hacer otra cosa que recomendaros este Atlas de las ciudades perdidas, donde aparecen todas las ciudades que hemos ido mencionando y otras con historias tan interesantes como estas (incluso aparece una ciudad española…).

 

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