Ruta por la Malpica de Urbano Lugrís
En mis muchas tardes de cafés en el antiguo Vecchio era frecuente que me quedase apampado mirando hacia el gran mural que dominaba el local. Sus colores y formas tenían algo de hipnótico. Ni siquiera estaba seguro de que me gustase, pero allí seguía, con mi café medio frío mientras seguía contemplando el mural. Un compañero de facultad me contó que era obra de Urbano Lugrís, un artista gallego. Poco a poco fue indagando más sobre su obra, hasta que descubrí que en Malpica tenían una ruta que seguía los pasos de Urbano en su paso por el pueblo. Mi reacción fue muy obvia: coger el coche y conducir hasta allí para conocer la ruta por la Malpica de Urbano Lugrís.
El artista
Urbano Lurgrís nació en A Coruña en 1908 en el seno de una familia apegada a la cultura. Su padre fue Manuel Lugrís Freire, poeta, ensayista y dramaturgo, cofundador de la Real Academia Galega, las Irmandades da Fala y del Partido Galeguista. Su madre fue Purificación González, pianista y maestra en la escuela Normal de A Coruña. Urbano se matriculó en Peritaje Mercantil, pero abandonó los estudios y se trasladó a Madrid en 1930. Allí trabó amistad con Federico García Lorca y Rafael Dieste. A través de éste último se enroló en las misiones pedagógicas, un proyecto cultural patrocinado por el Gobierno de la II República que acercó la cultura a más de 7.000 pueblos y aldeas de toda España.
Fue encarcelado por firmar el Manifiesto de artistas e intelectuales a favor de la República, aunque en la Guerra Civil, para limpiar su nombre, luchó en el ejército sublevado. El Instituto de la Cultura Hispánica encargó a Lugrís el que luego sería Retablo del Descubrimiento. En la presentación de la obra conoció a Francisco Franco, quien le preguntó de dónde era, a lo que Lugrís respondió Paisano suyo. Franco replicó Gallego ya lo sé, pero ¿de dónde?, a lo que Lugrís repuso Del Ferrol de su Excelencia, Excelencia. Años más tarde el dictador le encargó la decoración de algunos camarotes de su yate Azor.
Estando en la Asociación de Artistas de A Coruña entró una señora y al reconocerlo dijo, a modo de burla, Pero si es Lugrís, ¡el célebre Lugrís pintor de cámara!, a lo que replicó De camarote señora, de camarote.
Se casó con Paula Vadillo, con la que tuvo dos hijos: Urbano, quien también sería pintor, y Paula. La muerte de su mujer en 1961 provocó que Lugris encadenase numerosas depresiones. Acabó muriendo en Vigo (Xouba City como él la llamaba), en la indigencia y el olvido, la víspera de nochebuena en 1973.
Lugrís en Malpica (el que está sentado bajo la ventana, de negro y con gafas de sol)
Ruta por la Malpica de Urbano Lugrís
Urbano Lugrís, que ya había visitado Malpica con las Misiones Pedagógicas, regresó al pueblo en 1956 para encargarse de la decoración de la nueva Casa do Pescador. En los 4 meses que que estuvo en el pueblo se hospedó en la habitación 18 del Bar Novo, la primera parada de nuestra ruta extraoficial.
La ruta que propone el Ayuntamiento consta de tres puntos en los que han colocado códigos QR. Éstos nos llevan a unos audios con información sobre su estancia en el municipio.
Uno de los murales de Lugrís en la que representa las profundidades marinas
El primero se encuentra en la Plaza Anselmo Villar Amigo. La plaza lleva el nombre de un malpicán que hizo fortuna en Buenos Aires y que al volver costeó numerosas obras en el pueblo. Una de ellas fue la fuente de la plaza. Esta se convirtió en la primera traída de aguas públicas de Malpica, además de punto de encuentro en el pueblo.
Después de cada jornada de trabajo se juntaba con los marineros en las distintas tabernas del pueblo, donde compartían conversaciones y cuncas de Ribeiro. Algunas de estas tabernas han cambiado de nombre, como la Taberna Mato (actual Ybarra), el Chiringuito (Casa Antonio) o el Bar da Checa (ahora una vivienda), donde encontramos el segundo de los QR.
La última parada en la ruta es en la Casa do Pescador, donde se hallan las obras que el artista dejó en el pueblo. La actual sede de la cofradía de pescadores se inauguró en 1956 y se encontraba al finalizar la rampa que daba acceso a las embarcaciones, la Rampla de Don Anselmo (ya que también fue costeada por Villar Amigo).
En la primera planta se encuentra el Fogar do Pensionista, decorado por los 4 murales que os mostramos en fotos.
Islas Sisargas desde la playa de Malpica
Este mural guarda una referencia a una famosa leyenda:
Cuentan los mariñeiros de Malpica que tiempo atrás visitó el pueblo una dama inglesa. Buscaba con ahínco quien la pudiese llevar hasta las islas Sisargas, y un pescador local se ofreció. Juntos subieron a la chalana y navegaron hacia las islas, pero cuando el pescador se giró para anunciar la llegada, no vio más que un mazarico (Numenius arquata), un pájaro del que los marineros dicen que llevan las almas de los ahogados. ¿Acaso la dama había venido a Malpica a encontrarse con su amado, un marinero inglés que había fallecido poco antes en un naufragio en este mismo punto?
En la planta baja se encuentra el bar O Pescador. Aquí podemos hacer una parada para tomar un café mientras admiramos la Rosa de los vientos, una copia de la creada por Lugrís para uno de sus murales.
Rosa de los Vientos de Lugrís
Hasta aquí llega la ruta que propone el Ayuntamiento, pero nosotros vamos a añadirle una última parada. Malpica creció en el siglo XVII como puerto ballenero. Marineros cántabros y vascos llegaron hasta aquí para encargarse de la pesca de cetáceos (previo pago de las tasas al arzobispado). Como homenaje al pasado ballenero de Malpica y al propio Lugrís, Miguel Couto creó la escultura Balea. La obra se encuentra en el acceso al puerto y está inspirada en la ballena lugrisiana de uno de los murales de la Casa do Pescador.
La Balea de Lugrís
Y, ahora sí, finalizamos nuestra ruta siguiendo los pasos del artista. Aunque su obra está muy desperdigada, la sede de Afundación en A Coruña reúne algunas de sus obras y es un buen punto de partida para conocer más sobre su obra. Si queréis leer sobre él, Balada de los mares del norte (Lugrís, 2008) recoge su obra escrita, y Urbano Lugrís, Viaje al corazón del océano (Patiño, 2008) repasa su biografía.
