Conocer los viñedos de Alsacia y visitar una bodega
En nuestro viaje por Alsacia teníamos varias actividades marcadas como imprescindibles: visitar Colmar y Estrasburgo, probar el vino caliente en un mercado navideño, comprar un adorno para el árbol en la Féerie de Noël de Riquewihr, entrar en el Castillo de Koenigsbourg… y participar en una cata de vinos en alguna de las bodegas Alsacianas.
Puede que otras zonas francesas, como burdeos o la borgoña, tengan más fama internacional por sus vinos, pero Alsacia también tiene una gran tradición en la producción vitivinícola (conservan la barrica de vino más antigua del mundo) y elabora un vino de calidad. Para enseñaros la zona vamos a hablaros primero de cómo se formó el valle de Alsacia y por qué es tan buena zona para viticultura. Después os hablaremos de la Ruta del Vino de Alsacia y finalizaremos con una cata en una bodega. ¿Empezamos?
Viñedos de Alsacia. Foto de la AOC
El valle de Alsacia
En la antigüedad había en la zona un gran sistema montañoso que se dividió en dos cordilleras: los Vosgos al oeste y la Selva Negra al este. El gran valle que se formó lo ocupó el Rin, que divide Francia de Alemania y Alsacia (la parte francesa del valle) de la Selva Negra (la parte alemana).
Las pocas lluvias y la protección de los Vosgos originan un clima semi-continental, soleado, seco y relativamente cálido, perfecto para una maduración lenta de las uvas. De esto se dieron cuenta los romanos, quienes introdujeron las viñas en Alsacia sobre el 58 a.C. instaurando una tradición vinícola que continuó sin pausa hasta nuestros días.
Las D.O. de Alsacia
Las denominaciones de origen funcionan muy distinto en Francia que en España. Sin intentar explicar cómo funcionan, podemos decir que Alsacia es la única región que elabora mayoritariamente monovarietales, que en las etiquetas puede venir mencionada la uva y que cuenta con 3 AOC (parecido a nuestras D.O.):
AOC Alsace
Para los vinos de la región que cumplen unos criterios mínimos elaborados con las uvas riesling, pinot gris, gewurtztraminer, muscat, pinot noir, sylvaner, auxerrois, savagnin rose y chassellas. Una de sus peculiaridades es que los vinos siempre tienen que ir envasados en un tipo de botella llamado Flauta de Alsacia.
Botella aflautada donde se especifica la variedad de uva utilizada
AOC Alsace Grand Cru
Son los vinos más selectos, elaborados en 51 viñedos concretos y solo con las uvas riesling, pinot gris, gewurtztraminer y muscat. Evidentemente, son los vinos con los precios más elevados.
AOC Crémant Alsace,
Donde se elaboran los espumosos de Alsacia. Su producción representa un 25% de la producción total de la región. Las uvas permitidas son pinot blanc, pinot gris, riesling, pinot noir (la única utilizada para los crémant rosados) y la chardonnay. Los crémant nos resultaron los vinos más sorprendentes por desconocidos y su gran calidad (y muy razonable precio).
Clasificaciones
Además de las denominaciones, en la región también se recogen las clasificaciones de Vendimia Tardía y Selección de Granos Nobles. vamos a citar las similitudes y las diferencias entre las dos clasificaciones:
Para ambas categorías se utilizan uvas sobremaduradas o que desarrollan la podredumbre noble (Botrytis cinerea) para elaborar vino dulce. Las uvas tienen que recogerse a mano y el vino debe envejecer 18 meses antes de salir al mercado. Los vinos resultantes son vinos naturales, a los que no se le puede añadir ni alcohol ni azúcar (en contraposición, por ejemplo, con los Oporto). Las uvas permitidas son las mismas que en los Grand Cru.
Una de sus diferencias es que las uvas se vendimian de una sola vez después de la primera helada en los Vendimia Tardía, y mediante selecciones sucesivas para los Selección. En estos últimos las uvas utilizadas presentan una mayor concentración de azúcar en gramo por litro, por lo que dan como resultado vinos más concentrados y potentes.
Racimo de la bodega Hugel and Fils que valdría para los selección de granos nobles
La Ruta del Vino de Alsacia
Como vemos, la región tiene mucho potencial enoturístico, pero faltaba explotarlo. Así que crearon la Ruta del vino de Alsacia, un recorrido de 170 km de norte a sur que empieza en Marlenheim y termina en Thann. La ruta pasa por más de 70 pueblos y por numerosas bodegas. La mejor manera de realizarla es en coche, pero siempre podemos utilizar el autobús Kut´zig. Este servicio opera los viernes, sábados y domingos de julio, agosto y septiembre. Parten desde las 8:30 hasta las 21:00 (dependiendo de los pueblos de salida y llegada), y la frecuencia es cada hora y media. Su precio es de 15€.
Visitar una bodega: Fahrer et fills
Sabiendo todo esto teníamos claro que queríamos visitar alguna de sus bodegas. Y la elección fue sencilla, pues solo encontramos una en toda Alsacia que ofreciese catas en español. Se llama Sylvie Fahrer et fils y se encuentra en Saint-Hyppolite, un precioso pueblo a los pies del castillo de Koenigsbourg que merece la pena visitar.
Una vez en la bodega nos recibió Natalia, una chica argentina que lleva varios años formándose y trabajando en Francia. Primero conocimos las salas de elaboración. Allí vimos la prensa neumática que utilizan y los depósitos de inox para el vino. Lo que más nos sorprendió fue saber que antiguamente se utilizaban depósitos de hormigón. Pero su mantenimiento era mucho más laborioso, así que dejaron de utilizarse y ahora se usan para recoger y guardar el agua de lluvia, que luego se reutiliza para varios procesos de la bodega (la bodega tiene el sello de agricultura biológica).
Antiguos depósitos de hormigón
Una de las curiosidades es que, como la mayoría de las bodegas de la zona, Sylvie produce mayoritariamente monovarietales. Pero su hijo Raphael está modernizando la elaboración con el coupage de distintas uvas de la región.
La cata
Después de todas las explicaciones de Natalia sobre los métodos de elaboración pasamos a la sala de catas. Mientras los trabajadores de la bodega colocaban la decoración navideña, nosotros pudimos probar 5 vinos: un riesling (seco), un pinot gris (semi dulce), un gewurztraminer (dulce), un pinot noir (tinto) y un cremánt brut nature (espumoso). Además acompañamos los vinos con un aperitivo indicado para maridar con cada uno de ellos. Nos encantaron tanto los vinos como las explicaciones de Natalia, que resolvió todas nuestras dudas (que fueron muchas). Salimos de allí con muchos más conocimientos sobre los vinos de Alsacia y con el máximo de botellas que podíamos llevar en el avión de regreso a España. En su página web podéis reservar la visita, reservar alguna habitación (también funciona como hotel) y comprar alguna de sus botellas.
Después de la visita a la bodega seguimos disfrutando de los vinos de Alsacia el resto del viaje, pero con mucho más conocimiento de causa. Si tenéis la suerte de poder probar un vino alsaciano, ya sea en un bar/restaurante o porque visitáis la región, animaros a probarlo. Seguro que os sorprende. Y como siempre decimos, la manera de viajar tranquilos es llevar un seguro de viajes. Aquí te dejamos un enlace para Chapka Seguros con el que obtendréis un descuento del 7%
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