Qué hacer en Frigiliana

Una de las señas de identidad de Andalucía son sus pueblos blancos, donde un manto de casas encaladas, para combatir el calor, cubren todo el paisaje urbano. Frigiliana es uno de sus máximos exponentes, con el añadido de conservar su trazado árabe, el de ubicarse en pleno Parque Natural de las Sierras de Almijaras y el de formar parte de la Red de Pueblos Más Bonitos de España. Para nosotros fueron motivos más que suficientes para hacer una escapada desde Málaga, así que allá que nos fuimos.

Cómo llegar

Frigiliana se encuentra en la provincia de Málaga, muy cerca de otra localidad muy visitada, Nerja. Desde la capital de la Costa del Sol se tardan unos 50 minutos en llegar, y casi todo el trayecto se hace por autovía (A-7). En la entrada del pueblo hay abundante sitio para aparcar, y si no siempre podemos hacer uso de los aparcamientos privados.

Empezar a conocer el pueblo por la Casa del Apero

Una vez en el pueblo, lo primero que hacemos es visitar la oficina de turismo, que ocupa un edificio del siglo XVII que también acoge el Museo Arqueológico. Con un mapa y los consejos del personal de la oficina, ponemos rumbo a descubrir Frigiliana. 

Comprar miel de caña en El Ingenio

Una de nuestras primeras paradas en el Palacio de los Condes de Frigiliana, conocido por los vecinos como El Ingenio. Este palacio renacentista del siglo XVI acoge la única fábrica de miel de caña de Europa. No es posible entrar, pero algunos días por la mañana (nos dicen que de martes a jueves) sí que podemos pasarnos a comprar un poco de esta miel, el auténtico souvenir del pueblo.

Pasear por el jardín botánico de Santa Fiora

En pleno centro del pueblo encontramos este jardín, que cuenta con las plantas que, a lo largo de la historia, han sido útiles para los frigilianenses, tanto para alimentación como para usos curativos o para la elaboración de productos comerciales. Así, podemos encontrar plantas medicinales (ruda, orégano, romero…), caña de azúcar, palmito, olivos…

Conocer peculiaridades de la arquitectura andalusí

Como los adarves, testimonios del urbanismo andalusí. Estos dan acceso a las casas que no tienen entrada directa desde la calle. En nuestro paseo por el pueblo nos encontramos con el adarve de El Torreón, otro rincón con encanto de Frigiliana.

Entender la ironía de la Fuente Vieja

Ya que cuando se construyó, en 1640, se la conocía como la Fuente Nueva. Su obra la promulgó el primer Conde de Frigiliana, de ahí que sobre la misma luzca su escudo de armas. Se concibió para abastecer a la población y como abrevadero para el ganado, por eso el desgaste debajo de los caños.

Deleitarnos con su gastronomía

Ya hemos comprado la miel de caña, pero podemos aprovechar la visita a Frigiliana para probarla también, y mejor si es acompañando unas berenjenas rebozadas. Nosotros elegimos El Mesón de mi Princesa Blanca, tanto por las buenas críticas como por sus vistas. Otro local que nos recomendaron es El Mirador, lugar al que nos dirigimos ahora…

Disfrutar de las vistas desde sus miradores

Con el buche lleno no tenía sentido meternos en otro restaurante, pero justo enfrente a El Mirador encontramos un buen lugar para una panorámica de Frigiliana. Unos metros antes encontramos el mirador de Santo Cristo, otra buena opción.

Aprender parte de su historia a través de paneles cerámicos

En las cercanías del pueblo se vivió una batalla importante en pleno siglo XVI. Repartidos por Frigiliana encontramos doce paneles cerámicos que cuentan la rebelión morisca y la posterior batalla.

En 1567 se publica la Real Pragmática de Felipe II que, entre otras cosas, prohíbe a los moriscos portar armas y usar su lengua. Esto provocó una rebelión entre los moriscos de la zona de la Axarquía, que vivió su momento culminante el 11 de junio de 1569, cuando las tropas cristianas consiguen la victoria en la llamada Batalla del Peñón de Frigiliana.

Descubrir la Fuente de las Tres Culturas…

Son varios los guiños que hace el pueblo a las tres religiones que convivieron en España: cristianos, judíos y musulmanes. La primera referencia que encontramos es la Fuente de las Tres Culturas, con el símbolo de cada religión encima de cada uno de los caños.

y la Escultura de las Tres Culturas

Pero como decimos, no es la única referencia. También tenemos la Escultura de las Tres Culturas, donde la media luna, la estrella de David y la cruz se entrelazan simbolizando la convivencia de los tres pueblos. Por si fuera poco, cada último fin de semana de agosto se celebra el Festival de las Tres Culturas.

Sorprendernos con algunas de las calles de Frigiliana

Como, por ejemplo, El Garral, una da esas calles tan fotogénicas que encontrarás en cualquier artículo que hable de Frigiliana. Zacatín o el Callejón del Inquisidor son dos de estas calles que no deberías perderte.

El Garral

Y hasta aquí nuestra visita por Frigiliana. Es la típica excursión que podemos realizar en un día sin andar con prisas. Como siempre, y para que nos os perdáis nada, os dejamos un mapa con todos los puntos de interés.