Subida al Monte Louro
En nuestra última ruta de senderismo quisimos ascender un pequeño monte que nos es muy conocido, el Monte Louro. Tiene el honor simbólico de marcar el límite sur de la Costa da Morte, un tramo de costa gallega donde se han documentado más de 1800 naufragios. Este se encuentra en Muros, un pequeño municipio costero, el más al sur de la Costa da Morte. En la travesía además de ascender el monte también tendremos tiempo para ver petroglifos, antiguos molinos de agua y playas de ensueño.
La ruta
Comenzamos aparcando en el puerto de Muros. Esta villa marinera bien merece una visita un día, perderse por su casco antiguo y probar el marisco de la ría en sus restaurantes, pero hoy solo cruzaremos un par de calles en nuestro camino al Monte Louro.
Subimos por la calle Rosalía de Castro y bordeamos la antigua colegiata de Santa María do Campo. Si la encontráis abierta no dudéis en entrar para descubrir su pila bautismal, con una serpiente pétrea en el fondo cubierta por el agua bendita, una clara alegoría del triunfo del bien sobre el mal.
Cogegiata Santa María do Campo
Seguimos ascendiendo y pasamos por otras dos construcciones que bien merecen una parada: un lavadero tradicional de piedra y la ermita do Espírito Santo. Sobre el kilómetro 2 dejamos el camino y tomamos el desvío de la derecha para llegar hasta la capilla de San Marcos. Lo más curioso de la ermita son los canecillos, donde podemos ver varias representaciones de animales y otras formas más difíciles de identificar.
Capilla de San Marcos
Volvemos sobre nuestros pasos y retomamos el camino. Antes de llegar al kilómetro 6 nos desviamos para ver los petroglifos Laxe das Rodas. En los petroglifos del lado izquierdo se ven dos círculos que giran en sentido opuesto. Representarían un calendario de 5 años. A su alrededor hay 65 coviñas, que se corresponderían con los meses, por lo que tendríamos años de 13 meses (65/5=13). Un conjunto realmente impresionante con varios paneles informativos para aprender más sobre esta estación de arte rupestre.
Laxe das Rodas
Volvemos al camino y comenzamos a descender hacia Louro. Por el camino vemos un conjunto de antiguos molinos. Accedemos hasta ellos y vemos que algunos todavía tienen la mayoría de las piezas, aunque otros se encuentran muy deteriorados.
El grupo investigando uno de los molinos ©pacocove
Estamos entrando en Louro, el lugar donde se encuentra el Monte Louro y muy conocido por ser un destino de veraneo gracias a su buen clima y a sus fantásticas playas. Lo primero que nos encontramos es con su iglesia, Santiago de Louro. Lo que más nos llamó la atención fue el cruceiro frente a la iglesia, ya que en vez de representar una imagen de Jesús vemos una rosa y su ramaje.
El cruceiro de la rosa
Pasamos entre varias casas del lugar y entramos ya en en LIC Lagoa e Monte Louro. Dejamos a nuestra derecha la laguna y la playa de Area Maior y tomamos el camino de subida al Monte Louro. Ya desde el comienzo tenemos unas vistas de ensueño.
LIC Laguna y Monte Louro
El ascenso es corto pero intenso. En 800 metros subimos un desnivel de 170 metros. A veces tenemos que ayudarnos de las manos, pero con calma conseguimos llegar hasta lo alto del Monte Louro, justo donde se encuentra el punto geodésico. Las vistas desde aquí son espectaculares. Hacia un lado vemos la playa de Area Maior, la laguna Das Xalfas, Punta do Rostra y el Océano Atlántico. Hacia el otro lado vemos el final de la ría de Muros y Noia y varias de las playas de Louro. Y de frente vemos la costa de Porto do Son.
Vistas desde lo alto del Monte Louro
Si la subida fue exigente la bajada no lo iba a ser menos. Con precaución llegamos hasta el punto en el que nos desviamos para iniciar la subida y continuamos hasta llegar a la playa Do Fogareiro. Para llegar a la playa de San Francisco cruzamos varias playas y rocas, pero es mucho más sencillo y seguro realizar este tramo por el camino que cruza el pueblo. Ya en San Francisco disfrutamos de un merecido descanso para el bocadillo en un merendero al abrigo de la sombra que nos brinda un pinar.
Con fuerzas renovadas encaramos la última parte de esta ruta al Monte Louro. El camino que nos lleva hasta Muros bordeando la costa tiene una parte de carretera, que es el tramo más peligroso de toda la ruta, pero poco después ya existe un camino en el que podemos caminar sin preocupaciones disfrutando de la ría de Muros y Noia o ría da Estrela.
Aún nos quedaba una última sorpresa. En la entrada de Muros nos reciben 4 cormoranes, que descansan en las rocas después de una jornada de pesca.
Cormoranes ©pacocove
Y así llegamos hasta el final de la ruta al Monte Louro. En total han sido 18,5 km en esta ruta circular. Hasta la próxima andaina.
