Galicia

Visitar San Martín Pinario

en
7 julio, 2021

Uno de los edificios religiosos que aún no conocíamos en Santiago era el Monasterio de San Martín Pinario, ubicado frente a la fachada de Azabachería de la Catedral. El edificio guarda grandes joyas barrocas, como sus fantásticos retablos principales de Fernando de Casas Novoa. Además el monasterio es tan grande que se considera el segundo más grande de España, solo por detrás de El Escorial. En cualquier otra ciudad sería su principal atractivo turístico, pero en Santiago la Catedral lo abarca todo, por eso el monasterio no es tan conocido como debería.

El monasterio fue fundado por unos monjes benedictinos que se establecieron cerca de la capilla de la Corticela (hoy integrada en la Catedral). El nombre de Pinario podría venir del pinar donde construyeron su primera capilla a partir del siglo XI. El complejo que podemos ver actualmente se inicia a finales del siglo XVI con la construcción de la iglesia de San Martín Pinario. Luego las obras continúan en dirección hacia la Catedral con la construcción del monasterio. Funcionó ininterrumpidamente hasta 1835, cuando los monjes pierden la propiedad del monasterio por la Desamortización de Mendizábal. Desde entonces el Monasterio se viene utilizando como Seminario Mayor, facultad de teología y trabajo social, hospedería y museo.

La visita

A la parte visitable del Monasterio se puede acceder por libre o con visita guiada. Nosotros elegimos la última opción ya que se visita algún lugar, como el claustro, que solo podemos ver si nos acompaña la guía.

Después de entrar por la Plaza de la Inmaculada cruzamos un pasillo para entrar en la iglesia. Ésta presenta la característica planta en cruz latina y a cada lado de su brazo longitudinal encontramos 3 capillas con sus respectivos retablos. La guía nos va explicando la simbología de cada uno, aunque nosotros destacamos tres:

Retablo de Santa Escolástica

En el retablo de Santa Escolástica vemos a la hermana de San Benito ascendiendo al cielo con ayuda de un ángel. Otro pequeño ángel le trae la aureola que la significa como santa, y un poco más arriba vemos la paloma que representa cómo Escolástica subió a los cielos. Con la ayuda de la luz que entra por el cristal colocado detrás del retablo se simboliza el ojo de Dios en la parte superior del retablo.

Retablo del Cristo de la paciencia

En el retablo de la capilla del Cristo de la paciencia se representa el momento exacto en que Jesús muere en la cruz. ¿Y cómo lo sabemos? Pues por toda la simbología que recoge la Biblia. En el libro sagrado de los católicos se recoge que en el momento de la muerte de Jesús se rasgó la tela del Templo de Salomón, y así vemos de fondo una tela rasgándose y el Arca de la Alianza para que sepamos de qué templo se trata; y por último se cuenta que el día se convirtió en tinieblas, por lo que vemos unas nubes cerniéndose sobre un sol y una luna que representan un eclipse.

Capilla de la Virgen del Socorro

Pero la joya de estas capillas es la de la Virgen del Socorro. Por la majestuosidad de la misma (la capilla sobresale de la estructura de la iglesia), por la policromía de la capilla, por la gran cúpula que acoge la capilla y por el grandioso retablo barroco. En él vemos la figura de la Virgen del Socorro, con Jesús en brazos, espantando a un diablo que intenta raptar a un niño que simboliza la inocencia.

Retablo de la Virgen Inglesa

La visita continúa por los retablos de los frentes del crucero. En el ala sur podemos ver el retablo de la Virgen Inglesa, una talla que trajeron los exiliados católicos ingleses cuando Enrique VIII rompió con Roma y creó la Iglesia Anglicana. Sobre la figura de la Virgen vemos una gran luna como símbolo de la Virgen y de la inmaculada concepción de María.

Retablo de San Benito

En el lado opuesto encontramos el retablo de San Benito. Aquí se representa al santo con todos sus símbolos: el báculo, la mitra en el suelo que representa la humildad, el libro de la regla y el cuervo con el pan en el pico. Encima de la figura podemos ver un gran sol.  La representación del cuervo y el pan viene de una leyenda sobre el santo:

Un cura de la región de Subiaco (Italia) sentía tanta envidia por Benito que intentó asesinarlo regalándole pan envenenado. Un cuervo al que solía dar comida el santo revoloteó alrededor del pan alertándolo del peligro, por lo que Benito ordenó al pájaro que se lo llevara adonde nadie pudiese encontrarlo.

Retablo mayor

Lo siguiente que vemos es el impresionante Retablo Mayor construido en maderas nobles recubiertas de pan de oro. Presenta la peculiaridad de ser bifronte, con una fachada hacia la nave de la iglesia y otra hacia el coro. Es de estilo churrigueresco, lo cual es fácil de comprobar pues no se ve un solo espacio en el retablo sin decoración. Así en el centro del retablo vemos un baldaquino sobre el lugar donde estaría el sagrario (que ya no se encuentra pues no se realizan misas). Encima se encuentra una imagen de la asunción y coronación de la Virgen franqueada por San Pedro y San Pablo. Más arriba se representa la apoteosis de San Martín de Tours (quien da nombre al monasterio) con un par de ángeles portando las banderas de las órdenes de Calatrava y del Temple respectivamente. Y coronando el retablo encontramos la figura de San Martín de Tours partiendo la capa para el pobre.

¿Cómo diferenciar las figuras de Santiago Matamoros de las de San Martín de Tours? En las figuras de Santiago el caballo aparece con las dos patas delanteras en alto y con la espada elevada en posición de ataque. Por contra, el caballo de San Martín aparece con las cuatro patas en tierra y el Santo tiene la espada baja mientras se corta la capa. Además siempre aparece un pobre a su lado.

Coro

Detrás del retablo encontramos uno de los coros más sobresalientes de la península. Se dispone en doble bancada, estando la parte baja dedicada a la vida de la Virgen, y la alta a distintos santos. Todo el conjunto se encuentra bajo una bóveda de cañón casetonada, mismo estilo que otras bóvedas de la iglesia.

La visita continúa por la escalera del Refectorio. En las pechinas de la cúpula aparecen representados los escudos de los cuatro organismos con poderes en el monasterio: el del propio monasterio de San Martín Pinario, el de la Congregración de San Benito el Real de Valladolid, el del Arzobispado de Santiago de Compostela y el escudo Real

Claustro

Seguimos visitando el Monasterio y ahora accedemos al Claustro de la Portería (o de las Procesiones). Cuenta con dos alturas unidas por columnas toscanas emparejadas y una fuente en el centro. Desde aquí podemos ver el campanario en espadaña que guarda una curiosa historia. Cuando se planteó la construcción de la torre para el campanario surgieron los celos de la Catedral (una de las muchas disputas entre Catedral y Monasterio), ya que por aquel entonces era un edificio mucho más modesto, así que prohibieron su construcción. Al monasterio no le quedó más remedio que construir la torre en el interior, con menos altura y con una espadaña para acoger las campanas, por lo que resultaba mucho más discreta y conseguían el tan ansiado campanario.

 

Museo

Aquí finaliza la visita guiada, dejándonos tiempo para seguir por nuestra cuenta la visita. Es un buen momento para subir al segundo piso y disfrutar de la exposiciones del museo, entre las que destaca el Coro lígneo de la Catedral. Sí, el coro de la Catedral no está en la Catedral, sino en el monasterio de al lado. Todo empezó cuando se trasladó a San Martín Pinario para evitar el deterioro que podían ocasionar los múltiples visitantes que acudían a la Catedral. De aquí se trasladó a otro monasterio, el de Sobrado dos Monxes, donde la humedad y las filtraciones estuvieron apunto de acabar con una de las obras cumbres del manierismo hispano. Pero en el 2004 el coro se restauró y se trasladó de nuevo a San Martín Pinario, donde ahora podemos disfrutar de él a pocos metros de su ubicación original.

Las fachadas 

Finalizada nuestra visita al interior del complejo nos queda por descubrir el exterior del edificio. La fachada del Monasterio da a la Plaza de la Inmaculada y es muy sobria. Sobresalen las dobles columnas toscanas que franquean la puerta. Encima de ésta se encuentra una estatua de San Benito, y coronando la fachada un gran escudo de España y la estatua de San Martín partiendo la capa. 

La fachada de la iglesia da a la Plaza de San Martiño y es de estilo renacentista plateresco, por eso está mucho más recargada que la del Monasterio. Una escalera ovalada, inspirada en la que encontramos en la Plaza del Obradoiro, nos acerca hasta la fachada, que se dispone a modo de retablo de tres pisos. Las imágenes centrales corresponden a la Virgen, a San Benito y a San Bernardo, y el resto de ellas corresponden a santos abades benedictinos. En el frontón que corona la fachada vuelve a estar representado San Martín partiendo la capa. 

Horario y tarifas

El horario de invierno (1 noviembre-31 de mayo) es de 11:00 a 19:00, con visitas guiadas a las 12:30 y a las 16:30.

El horario de verano (1 junio-31 octubre) se amplía de 10:00 a 20:00, y se multiplican las visitas guiadas, pudiendo realizarlas a las 11:00, a las 12:30, a las 16:30 y a las 18:00.

La entrada para el complejo es de 4€ (3€ la reducida), siendo de 6€ (5€ reducida) si optamos por una visita guiada, lo cual recomendamos.

Y hasta aquí nuestra visita al Monasterio. La Catedral es espectacular pero, como veis, Santiago tiene mucho más que ofrecer.

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