Pyongyang
La única manera de recorrer Corea del Norte sin la compañía de un guía oficial es leer Pyongyang, la novela gráfica de Guy Delisle. A través de sus viñetas nos relata los dos meses que pasó en la capital norcoreana trabajando como supervisor en una compañía de animación.
El hermetismo del país se comprueba nada más aterrizar. En el control de aduanas registran todo lo que se introduce en el país (radios, móviles y pornografía están prohibidos). Además, un guía oficial se asigna a cada extranjero y le acompaña en todo momento que no esté en su hotel o en su centro de trabajo. Aún así hay tiempo para visitas turísticas oficiales, como a la estatua de Kim Il-Sung, al metro de Pyongyang o al Arco del Triunfo.
La mirada sagaz y la ironía del autor nos acompaña en todo el viaje, al igual que 1984, el libro de Orwell que Delisle consigue colar y con el que hará continuas comparaciones con la vida en el país, confirmando que la pesadilla de Orwell se ha convertido en realidad. Aún así hay momentos para el humor, como cuando el autor le presta el libro a su guía para que lo lea.
Cuando el autor ingresó en el país fue obligado a firmar una cláusula de confidencialidad. Pero como la empresa cerró, se sintió libre de contarnos su experiencia en un cómic crítico, ameno, turbador y divertido, muy recomendable para conocer un poco más sobre el país del que menos se sabe en el mundo.
El autor
Guy Delisle (Quebec, 1966), es un animador y dibujante canadiense. Tanto por su trabajo como por acompañar a su pareja, miembro de Médicos Sin Fronteras, Delisle ha viajado por numerosos países. Y algunas de estas experiencias le han servido para crear maravillosas obras, como la reseñada Pyongyang, la premiada Crónicas de Jerusalén, Shenzhen o Crónicas Birmanas.