Empezamos el día saliendo de Edimburgo y poniendo rumbo hacia las highlands.
Nuestra primera parada es el Palacio de Linlithgow Aquí nacieron tanto María Estuardo como su padre, Jacobo V. Lo que queda hoy en día del palacio son las ruina, pues sufrió un incendio intencionado en 1746. El palacio es utilizado como escenario en Outlander para recrear la cárcel de Wentworth. En el entorno del palacio podemos ver una estatua de María y la iglesia de St Michael, que también sufrió un incendio.
Continuamos 20 minutos por carretera hasta que divisamos “The Kelpies”, caballos mitológicos escoceses que rondan lagos y ríos. La leyenda cuenta que si algún incauto los monta éstos adoptan una piel pegajosa que evita que la persona pueda escapar y el caballo se sumerge en las aguas para devorar al humano, excepto su hígado, que sale a flote.
Continuamos hasta Stirling donde paramos para ver el Castillo. La entrada cuesta 14,5 £ y cada hora en punto sale una visita guiada. La visita nos supone una pequeña decepción después de ver el de Edimburgo, pero no hay que olvidar su importancia en la historia. Desde uno de los patios del castillo podemos divisar el monumento a William Wallace.
La siguiente parada es una de las que más ilusión me hace. A unos 11 km de Stirling se encuentra el castillo de Doune, el cual sale en una de las primeras escenas de «Los caballeros de la mesa cuadrada», de los Monty Phyton. El castillo sirve de inspiración para el castillo Leoch, del clan Mackenzie en la serie Outlander. Por cierto, los cocos a Mecia cómo llegaron? Golondrinas? golondrinas africanas?
Pasamos por Callander que forma parte de Loch Lomond & The Trossachs. Seguimos la carretera y llegamos al cementerio de Balquhidder. Aquí se encuentra la tumba de Rob Roy, el Robin Hood escocés, y su familia. En la lápida se puede leer “MacGregor Despite Them”, extraído de la novela de Walter Scott.
Continuamos hasta Killin y hacemos una breve parada para ver las Falls of Dochart, sus famosas cascadas. Luego cogemos la A85 y enlazamos con la A82 para contemplar dos de los paisajes más sobrecogedores de las tierras altas de Escocia. El primero es Rannoch Moor, un inhóspito mar de cenagales. La segunda es Glencoe, el valle entre los valles, donde la carretera se cuela entre las montañas. En este último trayecto, que debería llevar sobre una hora, tardamos mucho más, pues a cada poco encontramos paisajes espectaculares que, o bien nos hace detenernos para sacar alguna foto, o nos hace adentrarnos para descubrir un poco más de estos parajes. La Buachaille Etive Mòr, montaña con forma piramidal, y Bidean nam Bian, las tres hermanas de Glencoe, son algunas de las formaciones rocosas que nos encontramos en la ruta.
Finalmente llegamos a Fort William, donde vamos directos al hostel Bank Street Lodge, en Bank Street, a hacer el check-in. Se nos ha hecho bastante tarde, así que cenamos algo en un local cercano y aprovechamos para socializar en el hostel (hay que aprovechar las ventajas de cada tipo de alojamiento). Mañana más!