El lago Thun
El lago Thun pasa por ser uno de los más fotogénicos de Suiza (y eso es mucho decir). Se encuentra en la cara norte de los Alpes suizos, entre los pueblos de Spiez e Interlaken y a poco más de media hora de la capital del país.
A lo largo de nuestra ruta pasamos por pueblos típicos de la montaña suiza, impresionantes castillos y cuevas.
Thun
El primer pueblo que nos encontramos yendo desde Berna es el que da nombre al lago, Thun. Los celtas habitaron la zona y nombraron a su asentamiento Dunum (ciudad fortificada), el cual derivó en el nombre actual. Lo más destacable de Thun es su centro histórico. Rodeando la Plaza del ayuntamiento encontramos viviendas de los siglos XVI y XVII, y el mismo Ayuntamiento, del siglo XVI.
Calle arriba encontramos el Castillo de Thun. Fue construido en el siglo XII por Berchtold V, de la poderosa familia Zahringer. Ya en el siglo XV fue ampliado dándole el aspecto que hoy podemos ver. Acoge el museo de historia de la región y la entrada cuesta 10 CHF, pero merece la pena aunque solo sea para disfrutar de la vista desde las torres del castillo.
Siguiendo la calle que sale del Castillo llegamos hasta Stadkirche, la iglesia principal de Thun de la que destacamos su torre medieval. Bajamos ahora dirección al río Aar hasta llegar al principal atractivo del pueblo: Untere Schleusenbrücke. Se trata de un puente cubierto de madera, de más de 300 años de antigüedad, que también hace las funciones de esclusa (no podemos evitar recordar el puente del mismo estilo de Lucerna). La orilla del río está repleta de cafés y cervecerías donde hacer una pausa y recargar fuerzas, pues nuestro viaje continúa.
Oberhofen
El Castillo de Oberhofen pasa por ser uno de los castillos más bonitos de Suiza (aunque nosotros nos quedamos con el de Chillon). Solo hicimos una parada para disfrutar del exterior del Castillo, pero podéis entrar ya que además de un museo (10 CHF la entrada), también acoge un hotel y un restaurante. El parque que se encuentra al lado del Castillo es gratuito y merece mucho la pena (y es de los pocos lugares que podemos visitar sin pagar en Suiza).
Cuevas de San Beatus
Seguimos nuestra ruta hasta que llegamos a la Cueva de San Beatus y su famosa leyenda.
Beatus fue un monje misionero que llegó a la región desde Britania para evangelizar a sus gentes. Ellos le contaron el problema que tenían con el dragón que moraba en la cueva, así que Beatus fue a su encuentro y logró matarlo despeñándolo por la montaña.
Hoy podemos visitar la cueva por 18 CHF. La ruta se interna en el macizo de Niederhorn. De los 14 km explorados de grutas tan solo 1 es visitable, adaptado con luces y pasarelas para hacer más segura la visita. En el recorrido también podremos ver una muestra de un asentimiento prehistórico y la celda de Beatus.
Ya fuera de la cueva encontramos un museo y un restaurante. Seguimos dirección hacia Interlaken para que nos de tiempo de finalizar nuestras visitas antes de que caiga la noche.
Interlaken
Nuestra siguiente parada es Interlaken. Este pueblo recibe el nombre de su ubicación, ya que se encuentra entre el lago de Thun y el de Brienz. Arquitectonicamente el pueblo apenas tiene encanto, pero su entorno natural es de lo más impresionante que puedes encontrar en el país. Además de los dos lagos, Interlaken se encuentra entre los macizos Mönch, Eiger y Jungfrau, por lo que es el lugar perfecto para hacer base si queremos practicar algún deporte de nieve. De este tipo de turistas, mayoritariamente, es de lo que se nutre el pueblo, por eso vemos tantos hoteles (e incluso casinos) en la zona.
Nuestra visita se limita a pasear por la Stadthausplatz de Unterseen (cruzando la orilla del río), recorrer la orilla del Aar y visitar el jardín japonés. Como decimos, Interlaken está genial para ser nuestra base para visitar la zona, pero el pueblo en sí tiene pocos atractivos.
Spiez
Continuando por el sur del lago llegamos hasta Spiez. Se trata de un pueblo muy pequeño en el que destaca su castillo (acoge un museo de pago, pero se puede acceder hasta el jardín donde obtenemos una bonita panorámica del lago). Damos un paseo por la zona donde vemos nuestros primeros viñedos en el país (en Suiza existen 6 regiones vitivinícolas).
Y con esto damos por terminada nuestra jornada en la región de Interlaken. Lo recomendable sería quedarse por lo menos una noche para subir a alguno de los picos próximos a la región (nos quedamos con las ganas de subir al Jungfraujoch, donde se encuentra la estación de tren más alta de Europa, o a Schilthorn y su restaurante giratorio donde se grabó 007 al servicio de su Majestad).