Carlos Pascual es un clásico de la literatura de viajes. Con una docena de libros publicados y artículos en Viajes de National Geographic, Condé Nast, Lonely Planet, etc. En esta ocasión nos presenta “Viaje de Egeria”, el diario de viaje de una “gallega” en el siglo IV.
Egeria (nombre que proviene de una de las ninfas del séquito de Venus) fue una aristócrata de la provincia romana de Gallaecia en el siglo IV (eso es lo que se extrae de los últimos estudios). Comienza su viaje en el año 381 d.C. tomando la vía Domitia para recorrer escenarios bíblicos como Jerusalén, el Sinaí, Mesopotamia y Egipto. En el año 384 d.C. emprende el viaje de regreso. A través de unas cartas a sus “dominaes sórores” (señoras y hermanas, una expresión para referirse a sus amigas y compañeras) Egeria nos va relatando sus visitas durante sus viajes. Nos cuenta cómo era la forma de viajar en la época, con etapas de unos 30 km hasta encontrar la siguiente “mansio”, casas hospedaje de la época. También describe su procedimiento cuando visitan algún lugar “santo”: rezar unas oraciones, realizar una ofrenda y recitar pasajes bíblicos que acontecen en ese lugar. También nos descubre que en la época ya “existían” los suvenires, normalmente frutas, aceite o dulces que ofrecían las personas que moraban en determinado lugar.
El libro es una traducción del texto latino original, “Itinerarium ad Loca Sancta”, que todavía se conserva en la biblioteca de Arezzo y del cual faltan páginas del principio y del final del relato. La importancia del texto, además de para los estudiosos de la época, reside en que se considera el primer libro de viajes de España. También nos muestra el poder de las mujeres en la época (en la corte de Teodosio las mujeres tenían un gran poder, para muestra su mujer fue la primera que obtuvo el título de “Augusta”). Representa una lectura corta y sencilla además de acercarnos a la vida de la época.
