Bodega Finca Antigua
A veces, cuando visitamos una bodega, el motivo es que hemos probado sus vinos y nos han gustado, por lo que queremos conocer un poco más el lugar donde se crea el néctar de Baco. Otras veces queremos visitar una zona en concreto, y si hay alguna bodega por la zona siempre intentamos visitarla. Pero hay una tercera razón, que es la que motiva la visita a Finca Antigua: que la arquitectura de la bodega sea tan atractiva como para realizar una parada en nuestra ruta.
En plena ruta de Don Quijote se encuentra Finca Antigua, una de las bodegas propiedad de la familia Martínez Bujanda. Ubicada entre las provincias de Cuenta y Toledo, en el municipio de los Hinojosos, sus vinos forman parte de la D.O. La Mancha.
La finca
Para llegar a la bodega nos desviamos de la carretera en cuanto vemos un cartel indicador, pero aun debemos recorrer unos kilómetros hasta encontrar los primeros edificios. Durante el trayecto contemplamos la enorme superficie de la finca, de más de 1000 ha. Además de viñedos observamos numerosas encinas y arbustos de tomillo y romero.
Las 420 ha de plantación se dividen en 40 parcelas. En cada una de ellas se cultiva un tipo diferente de uva. Utilizan uvas nacionales como garnacha, tempranillo, mazuelo, moscatel y viura; e internacionales como merlot, cabernet, sauvignon, syrah y petit verdot. Pero como toda regla tiene su excepción, la finca cuenta con una parcela de suelo arcillo calcáreo, llamada Pico Garbanzo, donde se plantaron ocho variedades de uva. De esta parcela sale el vino más reputado de la bodega, Clavis.
La Bodega
La familia Martínez Bujanda compró Finca Antigua en 1999, y encargó a los arquitectos de LKS Studio la construcción de un edificio que albergase la bodega siguiendo unas directrices claras: eficiencia energética, sostenibilidad y que el edificio se integrase en el entorno. Y así, en 2003 se inauguró la nueva Finca Antigua.
El edificio lo forman tres bloques de hormigón, metal y piedra. En el bloque de hormigón es donde se encuentra la sala de embotellado y envasado, en el de metal es donde se elabora el vino y en el de piedra se encuentran las oficinas.
La construcción rodea una gran balsa de agua que ejerce como epicentro de la bodega. Las aguas pluviales que rellenan la balsa se utilizan para abastecer las necesidades del viñedo. Pero esta no es la única muestra de la eficiencia de la Bodega. En la sala de barricas encontramos unas rocas actuando como una especie de contrafuerte de la balsa. Regando estas rocas se consigue humedecer de manera gradual la sala, consiguiendo no depender de la electricidad para el control de humedad. Gracias a estas medidas, junto con el uso de nanotecnología, la Bodega ha conseguido reducir su consumo de agua en un 50%, por lo que en 2018 recibió el Premio a la mejor gestión del agua, que concede el gobierno de Castilla La Mancha.
Sus vinos
La cata se realiza en otro edifico, La Casona. Se trata de una casa típica de principios del siglo XX, que se ha rehabilitado para utilizarla como centro de visitantes de la bodega. En la cata disfrutamos de un blanco, un tinto, el dulce y un poco de queso manchego para acompañar los caldos de la bodega.
La bodega realiza once variedades distintas: nueve tintos, un blanco y un dulce.
Dentro de los tintos nos encontramos con seis crianzas monovarietales (petit verdot, syrah, garnacha, merlot, cabernet sauvignon y tempranillo).
Tambien tenemos Único, un crianza coupage 50% Tempranillo, 20% Cabernet Sauvignon, 20% Merlot y 10% Syrah.
El reserva de la bodega es Finca Antigua Reserva, que mezcla 60% Merlot, 20% Cabernet Sauvignon y 20% Syrah.
El Clavis es el vino más especial de la bodega. Es un llamado Vino de parcela, los que solo se elaboran con las uvas de pequeñas porciones de tierra que tienen características diferenciadoras al resto de parcelas de la finca. Se consigue con un coupage de las ocho uvas de la parcela Pico Garbanzo y después de pasar 22 meses en barrica nueva de roble francés.
El vino blanco de la bodega es un monovarietal viura con cinco meses de crianza sobre lías.
Pero el gran descubrimiento que hice en la bodega fue Finca Antigua Naturalmente Dulce. Se trata de un vino dulce monovarietal de Moscatel Morisco. La uva se pasifica por la técnica del asoleo: se extienden unas esteras en el suelo y se pone la uva a secar. Después de 5-20 días se gira el racimo para secarlo completamente por el otro lado. Cuando el enólogo considera que el proceso ha finalizado, la uva se introduce en depósitos de acero inoxidable para su fermentación.
Y así finaliza nuestra visita a la Bodega Finca Antigua. Tanto Rosa como Cecilia hicieron nuestra visita muy amena y agradable. Os recomendamos visitar Finca Antigua si estáis por la zona, seguro que os encanta.
!Hasta la próxima bodega!