Es nuestro último día, tanto en Edimburgo como en Escocia, y queremos aprovechar para visitar los lugares que no nos dio tiempo los dos primeros días.
Desayunamos temprano y nos equipamos para subir al Arthur´s Seat. Esta colina, de origen volcánico, es la más alta de todas las que forman el Hoolyroad Park. Sus 251 metros no parecen demasiados, pero logra que sobresalga en el horizonte de la ciudad.
Existen varias leyendas en cuanto a su nombre. Una de ellas hace una interpretación directa de su nombre (asiento de Arturo), y sitúa el lugar como la localización del reino de Camelot. Otra nos indica que el nombre es una traducción del gaélico“Ard-na Saigheid”, colina de flechas, y que explicaría los restos de herramientas y armas de la Edad de Hierro que se han encontrado en la zona.
Empezamos la ruta bajando por la Royal Mile hasta llegar al Holyroodhouse. Bordeamos el Parlamento y seguimos la calle hasta llegar a una rotonda. Aquí giramos a la izquierda y vemos el primer cartel que nos indica la ruta que hemos elegido, Volunteer’s Walk. Comienza la subida y a los pocos minutos nos encontramos con las ruinas de la capilla medieval de St Anthony y el lago de St. Margaret.
Tras un buen rato subiendo por fin llegamos a la cima. Desde aquí rápidamente localizamos el Castillo, y poco a poco vamos reconociendo el resto de edificios. También se distingue el Firth of Forth (el fiordo que separa Edimburgo del reino de Fife), la isla de Cramond y el puente de Forth Rd.
Optamos por volver por el mismo camino. Debido a la abundante lluvia el camino suele estar resbaladizo, por lo que es muy aconsejable llevar un buen calzado para senderismo (si agarra el tobillo mejor).
Volvemos hasta nuestro hostel para darnos una ducha rápida y comemos algo. Repetimos en Oink para degustar el último de sus bocadillos que tomaremos en este viaje (se echan de menos). Ponemos rumbo a Leith, un barrio portuario en el norte antaño ciudad independiente. Desde el hostel son 4,5 km, así que tomar un bus no es mala idea (lleva suelto para pagar la cantidad exacta, ya que se introducen las monedas en una máquina y no acepta billetes).
Nosotros elegimos andar y así vamos notando las diferencias con el centro de Edimburgo. Leith es un barrio en auge, con nuevos comercios y mucha inmigración (sobre todo polaca). Esto se ve reflejado en las numerosas tiendas que pueblan Leith St. Desde el centro comercial Ocean Terminal se puede acceder al buque Royal Yacht Britannia. Este navío de Casa Real inglesa es hoy un museo, pero no accedemos a él, sino que lo contemplamos desde la terraza del centro comercial.
Volvemos para descubrir un rincón mágico en el corazón de la ciudad. Desde Queen Street Gardens seguimos hacia al oeste hasta llegar al río Water of Leith. Así llegamos a Dean Village
Esta aldea fue un importante enclave industrial, ya que gracias a la fuerza del río funcionaron hasta 11 molinos. Con la industrialización de Leith, Dean Village fue cayendo en el olvido, hasta que el ayuntamiento la restauró hace unos años. Resulta un sitio agradable para pasear y alejarse del bullicio del centro, a pesar de estar a solo unos minutos del centro.
Y con esto ponemos punto y final a nuestro viaje por Escocia. Ha sido el viaje que más nos ha gustado de los realizados hasta la fecha (y eso es mucho decir). Toca regresar a casa y empezar a planear el siguiente. Espero que os haya gustado y que os anime a visitar este maravilloso país.
Maruxaina Bóveda
En mi tercera visita a Edimburgo subiremos al Arthur’s Seat. ¿Conoces la historia de los cofres encontrados por unos niños con muñequitos dentro? La conocimos en una de las clases de inglés y es fascinante.
Sí hemos estado en Leith, barrio interesante y cada vez más recuperado.
Enamorada de la ciudad estoy 🙂
Un abrazo.
Viajando el Mapa
Oh, no conocemos la historia. Cuenta, cuenta…