Alemania

Mercado navideño de Ravennaschlucht

en
9 diciembre, 2023

Es época de mercados navideños. En distintos medios no paran de salir listas con los mejores mercados navideños (con alguna elección más que dudosa). Pero hay uno que no suele salir y que a nosotros nos parece el más bonito de todos (y con mucha diferencia). Se trata del mercado navideño de Ravennaschlucht y se encuentra en plena Selva Negra, en el sur de Alemania.

En los últimos meses del año siempre intentamos hacer alguna escapada. Buena muestra de ello fue nuestro viaje a Tailandia para pasar el fin de año (más o menos), también nuestra vista a Moscú o nuestro tour por los mercados navideños de Estrasburgo y de Mulhouse. Mientras organizábamos este viaje a Alsacia oímos hablar de un mercado navideño en la Selva Negra (a escasa hora y cuarto de Mulhouse), que destacaba sobre el resto. 

Investigando un poco averiguamos que Ravennaschlucht (también conocido como Ravenna) se encuentra en el medio de un bosque. Este hecho ya lo diferencia del resto que hemos visto, siempre en la zona vieja de distintas ciudades. Pero además descubrimos que el mercado se monta bajo un viaducto (que une las estaciones de Friburgo y Titisse) que iluminan de distintos colores para darle, todavía más, una imagen de cuento al lugar. 

Eso sí, al mercado no puedes llegar y entrar sin más. Requiere comprar una entrada previa y tener claro dónde estacionar, por lo que os traemos una guía con toda la información necesaria para visitar el mercado de Ravennaschlucht.

Cuándo se organiza

El mercado suele celebrarse entre el último fin de semana de noviembre y el anterior a navidad. En 2023 el mercado se celebra desde el viernes 24 hasta el domingo 17. Solo se abre los viernes, sábados y domingos de 15:00 a 21:00.

Dónde se celebra

El mercado de Ravennaschlucht se encuentra en el desfiladero de Rávena, entre las estaciones de Hinterzarten y Hinterzarten, a unos 18 kilómetros de Friburgo. Toda esta región forma parte de la Selva Negra alemana. Nos gusta imaginar la Selva Negra como el reflejo de Alsacia al otro lado del Rin.

Cómo llegar

Esta fue la parte que nos dio más quebraderos de cabeza. Vamos a ir paso a paso por todo el proceso para llegar al parque.

Lo primero es quitar la entrada. Desde el año Covid se regula el aforo, por lo que es necesario reservar el pase. Además estes vuelan, por lo que necesitas estar atento para no quedarte sin el. Puedes sacar tu entrada en esta página. El precio es de 5,5€ si visitas el mercado antes de las 16:00, y 7,5€ si lo haces después.

Supongamos que has sido afortunado y las has conseguido. Ahora llega la hora de elegir el medio de transporte.

Si vamos en coche podemos elegir entre aparcar en el mercado o tomar un bus lanzadera:

  • Este sale desde las estaciones de Hinterzarten y Himmelreich, así como desde del aparcamiento Titisee Kurhaus (que fue nuestra elección). Una vez aparcados nos dirigimos hasta la parada de bus (que está llena de gente, no tiene pérdida) y esperamos hasta el transporte que nos llevó hasta el mercado. El billete de lanzadera va incluido con la entrada al parque
  • La mejor opción es reservar aparcamiento en el propio parque, pero hay muy pocas plazas disponibles y encontrar una es más difícil que encontrar un ticket dorado para la fábrica de Wonka. El precio es de 8€.

Bus lanzadera que conducía el propio Papá Noel

Si estamos de visita en Friburgo podemos coger el bus lanzadera desde la misma ciudad, lo cual resulta muy cómodo. Al igual que con las opciones que detallamos antes, el precio del bus va incluido en la entrada. Eso sí, esta opción cuesta 19€. Como ventaja, con la compra tenemos garantizado el asiento en el bus lanzadera, cosa que no pasa desde las otras estaciones.

El mercado de Ravennaschlucht

Cuando llegamos a la zona del mercado lo primero que nos recibe es un reloj de cuco gigante. Tan grande que ocupa una casa entera.

 

La zona está muy oscura porque llegamos en plena noche, pero el camino hacia el mercado está más o menos bien señalizado, además de que siempre hay un trajín de gente yendo y viniendo.

Cuando llegamos a la propia entrada del mercado una gran puerta que nos da la bienvenida y el marco perfecto para la foto que nos recuerde nuestro paso por tan idílico lugar.

Una vez dentro paseamos entre los numerosos puestos del mercado. Además de estar en cabañas de madera bellamente decoradas, lo que nos gustó es que la mayoría de ellos venden artesanía local. Vimos talleres de madera con adornos navideños, joyería, calcetines de invierno, cosméticos naturales, velas, ropa de lana

Con respecto a la comida, la gastronomía local también triunfa. Probamos el ciervo de la Selva Negra, vimos puestos de pastas, de embutidos locales, mieles, mermeladas, flammenkueche (una especie de pizza), sopas, gofres… Todo esto lo podemos acompañar de glühwein, vino caliente (blanco o tinto) especiado, o de zumo de manzana caliente, bebida que nos encantó.

Para el postre las chicas optaron por crepes de chocolate, una opción que siempre triunfa, y los chicos elegimos raclette (muerte por queso).

Un consejo os quiero dar, id bien abrigados. En Ravennaschlucht hace frío. ¡Mucho frío! Al estar en medio del bosque, y con el río Ravenna pasando por allí, no hay ningún abrigo del frío. Gorro, guantes, calcetines térmicos y un buen abrigo son condición sine qua non para disfrutar la velada y no pasarla tiritando. Una pequeña ayuda que encontramos fueron las hogueras que hay repartidas por el mercado. Una buena opción para entrar en calor, sobre todo para después de comer.

Y hasta aquí llegaría la visita a un mercado navideño tradicional. Pero Ravennaschlucht no lo es. Todavía nos guardaba una sorpresa más. Desde uno de los laterales del mercado sale un camino que sube por una cuesta.

Si lo seguimos, guiándonos por el cordel iluminado, llegaremos hasta un montículo donde veremos el mercado iluminado a los pies del viaducto, la imagen icónica de Ravennaschlucht.

 

Ahora sí la visita toca a su fin. Después de unas últimas compras de recuerdos para familia y amigos, nos dirigimos hasta la zona de los buses. Solo debemos estar atentos a elegir el que nos lleve, en nuestro caso, a Titisee Kurhaus. Se acaba nuestra visita al mercado navideño de Ravennaschlucht, el que nos parece el más bonito del mundo.

 

 

 

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