Ruta del Agua de Zas

La PR-G 250 o Ruta del Agua es un circuito de senderismo que se encuentra en Zas, una de las entradas a la Costa da Morte. Su principal interés es que caminamos al lado de un río que forma tres cascadas. Además nos cruzamos con varias muestras de arquitectura tradicional (hórreos, molinos hidráulicos y batanes) y un banco y un columpio que harán las delicias de los amantes de Instagram. 

Cómo llegar

Para llegar desde A Coruña tenemos que tomar la autopista Ag-55 y salir dirección Zas. Si vamos desde Santiago debemos tomar la AC-406, pasar Santa Comba y al llegar a Zas tomar el desvío a la derecha en dirección Carreira. El inicio de la ruta se encuentra Ponte do Sisto, donde encontramos sitio para aparcar.

Ruta del Agua de Zas PR-G 250

El panel informativo nos marca el inicio de la ruta. En la imagen encontramos el itinerario con los puntos más destacables, además del perfil de altura de la etapa. Por delante 3 cascadas, multitud de molinos y demás sorpresas que iremos descubriendo. 

Panel informativo de la ruta

Comenzamos a caminar y a los 200 metros descubrimos los primeros 6 molinos de la ruta. Cuando llevamos 1 kilómetro el camino se bifurca, debiendo seguir por el de la izquierda. Nos internamos en la aldea de Budián, donde podremos ver varios hórreos.

Muíño do Zapateiro

Poco después del kilómetro 3 llegamos a la primera gran atracción de la ruta, la Fervenza de Budián. Al encanto de la cascada le han sumado (para bien o para mal, según el criterio de cada uno) un banco con un canto de amor al gallego: Apertas, Enxebre, Orballo, Bico, Quérote… Galiza Fascina, o Galego Namora (abrazos, tradicional, orballo, beso, te quiero… Galicia Fascina, el Gallego Enamora). Por si fuera poco, la cascada guarda un tesoro. Dicen los vecinos que en el fondo del pozo hay una grada de oro, pero que este no tiene fondo.

Fervenza de Budián

Continuamos la andaina en dirección a la aldea de Parga. Tras cruzarla nos encontramos 3 puntos de interés. El primero es la Fervenza de Parga, que también viene con leyenda.

Cuentan que aquí se ahogó una joven por la tristeza de no poder estar junto a su amado, que se fue y nunca regresó. Desde aquel día, cuando es una noche de luna llena y la cascada rompe con fuerza, se puede escuchar a la joven llamar por su amado.

Justo después se encuentran un molino y un batán. Los batanes son aparatos hidráulicos que se utilizaban para golpear el lino. Todavía se pueden ver en funcionamiento en O Mosquetín (Vimianzo), a escasos 15 kilómetros de donde nos encontramos. 

Fervenza de Parga

La última parada la hacemos en la Fervenza do Rabiñoso, una cascada que forman varios saltos de agua. La sorpresa que nos encontramos aquí fue un columpio. Nos subimos para la foto, pero al final estuvimos un rato balanceándonos.

Ahora solo nos queda tomar el camino de regreso por la otra margen del río. A los 2,5 kilómetros regresamos a donde el camino se bifurca al inicio de la etapa, y en unos metros más regresamos a Ponte Sisto. En total la Ruta del Agua han sido 10,73 kilómetros. La etapa es circular y muy asequible, perfecta para realizarla con niños.

Esperamos que os haya gustado tanto como a nosotros y nos vemos en la próxima ruta.