Rusia

Curiosidades de San Petersburgo

en
25 febrero, 2021

San Petersburgo es una de las ciudades más fascinantes que hemos visitado nunca. La ciudad menos rusa de todo el país tiene atracciones suficientes para pasarse toda una vida descubriéndola. Sus Catedrales, sus museos y sus grandes palacios atraen cada año a millones de turistas, muchos de los cuales llegan en los cruceros que surcan el Báltico. Cada día descubríamos algo nuevo, lo que nos enamoraba un poco más de la ciudad de los zares. Así llegamos a descubrir múltiples curiosidades de San Petersburgo que hemos recogido en este artículo.

Curiosidades de San Petersburgo

Su nacimiento

Pedro el Grande, de la dinastía de los Romanov, fue uno de los gobernantes más importantes de la historia de Rusia. Pedro fue un joven con inquietudes, lo que le llevó a viajar por gran parte de Europa. El país que más le marcó fue Francia, especialmente su capital, así que cuando decidió crear una ciudad a orillas del Báltico, se inspiró en París como su ideal de gran urbe. Nacía así, en 1703, San Petersburgo.  

jinete de bronce

El Jinete de Bronce, la estatua ecuestre de Pedro el Grande convertida en símbolo de la ciudad

Tres nombres para una ciudad

¿Os imagináis una ciudad que haya tenido tres nombres a lo largo de la historia y que sus habitantes no usen ninguno de los tres? Pues esa es San Petersburgo. El primer y actual nombre es San Petersburgo (1703-1914) y (1991-…). Con el triunfo de la Revolución de Octubre en 1914, los bolcheviques quisieron romper con el pasado imperial y cambiaron el nombre de la ciudad por el de Petrogrado, la traducción al ruso de San Petesburgo, que se mantuvo hasta 1924. Ese año murió el gran lider de la Revolución, Vladimir Ilyich Lenin, y sus camaradas quisieron honrarlo bautizando la ciudad como Leningrado (ciudad de Lenin). Con la caída de la Unión Soviética la ciudad recuperó su nombre original, pero los petersburgueses prefieren llamarla Piter.

Una disputa histórica con Moscú

Aunque ahora solo sea la capital cultural de Rusia, San Petersburgo también fue la capital administrativa del país. Entre 1712 y 1918 la ciudad fue el centro político de Rusia, pero con la victoria de los bolcheviques y la caída del imperio, Moscú recuperó la capitalidad. 

La calle perfecta

Las personas con un poco de toc encontramos en la ciudad una calle placentera, ya que aquí se encuentra la más simétrica del mundo. La calle Zodchev mide 22 metros de ancho por 220 de largo, y sus edificios tienen 22 metros de altura. Los 5 edificios que la forman se construyeron dentro del mismo proyecto, por lo que da la impresión de que a cada lado de la calle hay una única construcción.

Calle Zodchev

Calle Zodchev

Una ciudad acostumbrada a la guerra

En 1905 una marcha pacífica, que reclamaba mejoras laborales, acabó con la muerte de mil manifestantes frente al Palacio de Invierno. Este hecho pasó a la historia como el Domingo Sangriento y fue el germen de la posterior Revolución Rusa

Ya en 1917, el  el crucero Aurora desobedeció una orden directa de salir al mar. En su lugar abrieron fuego contra el Palacio de Invierno, desencadenando la guerra que llevaría a los bolcheviques de Lenin al poder.

San Petersburgo también fue un escenario clave en la II Guerra Mundial. Los nazis sitiaron la ciudad durante casi 900 días entre 1941 y 1944. Durante estos dos años y casi cinco meses, murieron más rusos, entre civiles y militares, que soldados británicos y norteamericanos a lo largo de toda la contienda.

Una ciudad de ríos y puentes

El río Neva cruza la ciudad y desemboca en el mar Báltico. Es el tercer río más caudaloso de Europa después del Volga, que también nace en Rusia, y el Danubio. Pero el Neva no es el único río que pasa por la San Petersburgo, sino que también lo hacen más de 60 ríos y canales. Para poder moverse y conectar las más de 40 islas que forman la ciudad, se construyeron 342 puentes (22 de ellos levadizos). Por todo ello San Petersburgo es conocida como la Venecia del norte (aunque el mismo título lo reclaman otras ciudades como Amsterdam o Estocolmo) o el Museo de los Puentes

Uno de los canales congelados

¿Viajar 700km y llegar a la misma estación?

Las estaciones de tren de las dos principales ciudades de Rusia tienen unos nombres curiosos: en su nombre indican la ciudad adonde se dirigen. Así, la estación de tren de Moscú se llama Leningransky, y la de San Petersburgo se denomina Moskovsky. Además las dos estaciones comparten diseño, por lo que si viajas en tren entre las dos ciudades estarás saliendo y llegando a la misma estación. Por cierto, ¿sabes como se llama el famoso tren nocturno que une ambas ciudades?

Edificio históricos reconvertidos

La empresa Singer, famosa por la fabricación de máquinas de coser, tuvo dos sedes: una en el Edificio Singer de Nueva York (el que fue el edificio más alto del mundo y derruido en 1968), y otra en la Casa Singer de San Petersburgo. Esta ocupaba un precioso edificio modernista en la Avenida Nevsky, principal arteria de la ciudad, justo frente a la Catedral de Kazán. Hoy el bajo y la primera planta lo ocupan una librería y una de las cafeterías con mejores vistas de toda la ciudad. Un lugar magnífico para comprar un recuerdo y tomar un trozo de tarta con un café disfrutando de las vistas nocturnas de la catedral (una pequeña réplica de San Pedro de Roma).

Catedral de Kazán

Catedral de Kazán vista desde la cafetería Singer

Un metro muy, muy profundo

El metro de San Petersburgo alcanza una profundidad de 110 metros, lo que lo convierte en el más profundo del mundo. Sin embargo, la estación más profunda no se encuentra en la ciudad, sino en Kiev, donde la estación de Arsenalna llega hasta los 105,5 metros. 

 

Un museo inabarcable

El Hermitage es el principal museo de la ciudad y uno de los más grandes del mundo. Sus más de 3 millones de obras se reparten en 6 edificios (entre ellos el famoso Palacio de Invierno de los Romanov), ocupando una extensión de casi 67.000 m² (si le dedicásemos un minuto a ver cada obra, tardaríamos más de 200 días en verlas todas). Además, el museo cuenta con sedes en Las Vegas, Londres y Ámsterdam

palacio de invierno

Vista exterior del Palacio de Invierno

 

Una ciudad viva las 24 horas del día

La ciudad es la megalópolis (casi 6 millones de habitantes) más septentrional del mundo. Producto de esta situación tan al norte se produce un fenómeno atmosférico por el cual el sol no llega a ponerse nunca. Durante estos días, que se suceden entre finales de mayo y mediados de julio, se celebran las llamadas Noches Blancas, con multitud de actividades (aniversario de la ciudad, el Festival de las Estrellas de las Noches Blancas, Festival de las Velas Escarlatas, inauguración de las fuentes de Peterhof…) que hacen que la ciudad se mantenga viva las 24 horas. 

Una iglesia construida sobre el lugar de un magnicidio

El 13 de marzo de 1881 el Zar Alejandro II perdía su vida en un atentado. Un revolucionario arrojó una bomba al carruaje del zar, que se dirigía a la Manege de San Petersburgo. La explosión mató a un guardia e hirió a numerosas personas, pero no al zar que salió ileso. El jefe de la policía ordenó sacar al zar de la zona inmediatamente, pero este quiso comprobar el lugar de la explosión. En ese instante un segundo terrorista lanzó otra bomba contra Alejandro. Las heridas producidas por la explosión terminarían con su vida horas después (luego se descubrió que había otro persona con una tercera bomba por si fallaban las dos primeras).

El hijo del zar, Alejandro III, construyó una iglesia en el mismo lugar en el que su padre sufrió el atentado (en el interior todavía se conserva la barandilla original situada en el lugar de la explosión). Conociendo la historia entenderéis mejor el nombre del templo: Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada.

Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada

Vista exterior de la Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada

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