Ruta por la fervenza de Augacaída
Lo sabemos, sentimos predilección por la Ribeira Sacra, pero la variedad de paisajes y arquitectura es tan grande, que cada vez que volvemos descubrimos algo nuevo. Esta vez nos vamos hasta la zona de Lugo, a la orilla del embalse Dos Peares. Allí se encuentra la fervenza (cascada en gallego) de Augacaída, la cascada más conocida de la zona y que visitaremos en nuestra ruta. También pasaremos por el Castro de Marce, un antiguo asentamiento castreño. ¿Empezamos?
Cómo llegar
A unos 500 metros de la aldea de Marce, en pleno arcén, se encuentra el aparcamiento para la ruta. Está muy bien señalizado, no tiene pérdida.
Ruta por la fervenza de Augacaída
Iniciamos la etapa por la parte más asequible, ya que el primer kilómetro transcurre por un camino entre carballos con un ligero desnivel. Entre medias pasamos por un chiringuito, aunque se encuentra cerrado (realizamos esta ruta el año pasado y sí se encontraba abierto, pero era agosto, así que quizá solo abra en temporada alta).
Al llegar al kilómetro y trescientos metros, aparece un desvío. Si continuamos recto llegaremos hasta el Castro de Marce, pero este lo vamos a dejar para después, así que tomamos el camino de la izquierda, donde la pendiente se hace mucho más pronunciada, y descendemos por unos escalones de madera, primero, y por una pasarela después.
Al final de la pasarela descubrimos un mirador con un par de bancos, desde donde admirar la cascada de Augacíada. Sus cuarenta metros de altura la convierten en una de las más altas de Galicia, honor que comparten la de Seimeira de Vilagocente y la fervenza do Toxa.
Pero la mejor vista de la cascada no se consigue desde aquí, sino bajando por un camino de tierra que sale desde el mirador.
Ahora toca regresar al cruce en lo que es la parte más dura de la ruta. Una vez arriba continuamos dirección hacia el Castro de Marce. Por el camino divisaremos en la otra orilla la iglesia de Santo Estevo de Chouzán. Este pequeño templo tiene una peculiar historia, ya que en 1950 se encontraba más abajo, en un lugar que quedaría inundado con la construcción de la presa de Os Peares. Por esto la trasladaron hasta su emplazamiento actual, pero no tuvieron mucho rigor en la reconstrucción, ya que de una planta en cruz pasó a la actual rectangular.
Seguimos caminando hasta que llegamos hasta el Castro de Marce. Descansamos un rato mientras disfrutamos del paisaje, de las aguas tranquilas y de la agradable temperatura que nos regala el otoño.
Ahora solo nos queda volver sobre nuestros pasos hasta llegar al coche. Unos dos kilómetros con una suave pendiente ascendente. Así terminamos la Ruta por la fervenza de Augacaída, cuatro kilómetros y medio, y ciento setenta y nueve metros de desnivel positivo. Una etapa corta pero intensa, que además cambia mucho según la época en la que la realicemos (mucha agua en primavera, preciosos colores en otoño…). Esperamos que os haya gustado y nos vemos en la siguiente ruta.
