Visita a la bodega Vía Romana
En una de nuestras escapadas por la Ribeira Sacra quisimos acercarnos a conocer la bodega de Álvaro Muñiz de Dávila en la novela Todo esto te daré. Heroica se corresponde en la realidad con Vía Romana, una pequeña bodega situada sobre el embarcadero de Belesar, muy cerca de Chantada. Aunque sus vinos son muy conocidos (incluso se pueden comprar en grandes superficies), no queríamos perder la oportunidad de conocer su historia y probarlos de mano de quien los produce.
Cómo llegar
Ya viajemos desde Vigo, Ourense o Santiago, la manera de llegar a la bodega es la misma. Debemos conducir hasta Chantada y desde allí unos 7 km en dirección a Belesar. El último tramo de carretera, lleno de quiebros, nos recuerda que nos encontramos en la Ribeira Sacra.
La bodega
A diferencia de Regina Viarum, que se encarama en los cañones del Sil, Vía Romana se sitúa en las laderas del Miño, en la subzona de Chantada. La bodega ocupa una casa solariega del siglo XVI, lo que tiene sus ventajas y desventajas. Las ventajas están claras ya que, como podréis ver en las fotos, es una bonita construcción, con espectaculares vistas y una zona de catas que consigue que el vino sea lo único que tengas en la cabeza. Lo malo es que el sitio es el que es, no se pueden realizar ampliaciones y esto limita la producción y dificulta la elaboración del vino. De hecho en la bodega solo se elabora y almacena el vino tinto de mencía. El vino blanco, a base de godello, se elabora en otra bodega del grupo, al igual que los licores.
El nombre de la bodega no solo sirve como marca para los vinos, sino que también nos cuenta la historia de la región. En la Ribeira Sacra se produce vino desde la llegada de los romanos. Fueron ellos quienes plantaron las primeras viñas y quienes produjeron los primeros caldos. Luego los monjes de los numerosos monasterios que poblaron la zona continuarían con la labor viticultora, pero quedémonos en la época romana. Dentro de las calzadas romanas, la Via Nova era la que unía las poblaciones de Astorga y Braga. Esta Vía Romana era la que se utilizaba para transportar los vinos de la región y enviarlos a Roma, generalmente por vía marítima. Actualmente por aquí pasa el Camino de Invierno, una variante del Camino de Santiago Francés que se utiliza en invierno para evitar las cumbres nevadas del Cebreiro.
La visita
Lo primero que hace nuestro guía es explicarnos cómo se vendimia en Vía Romana. Además de la uva comprada a pequeños productores de la zona, la bodega utiliza la uva que generan las 16 hectáreas de viñedos propios. Estas parcelas se encuentran en las laderas del Miño, en un terreno con fuertes pendientes que pueden llegar al 100%, lo que hace imposible mecanizar el proceso. Incluso a algunas de las viñas solo es posible acceder a través del río. Como vemos, esta manera de vendimiar, completamente manual y salvando grandes pendientes, dificulta mucho la elaboración del vino, por lo que se la conoce como viticultura heroica.
La siguiente parte de la visita transcurre en la sala de elaboración, donde se encuentran las barricas y las cubas. Aquí nos explican los métodos que utilizan para conseguir sus tintos, su blanco y su rosado. Lo que más nos llama la atención es que han sustituido el clarificante que se utiliza tradicionalmente, la clara de huevo, por una opción vegetal, proteína de guisante. Gracias a ello han conseguido el primer vino gallego con certificación vegana.
La cata
Conocerlo todo sobre los vinos de la bodega está muy bien, pero lo más importantes es saborearlos. Para ello nos trasladamos a la parte superior de la bodega y nos ofrecen un vino tinto (Mencía Añada) y un vino blanco (Godello). Tendréis que comprar las botellas, pedirlo en un bar/restaurante o visitar la bodega para probarlos, pero solo os queremos dejar un comentario: el godello nos ha sorprendido gratamente.
Finalmente solo queda pagar la visita (5€) y comprar alguna botella. También ofrecen la posibilidad de comprar la novela (ganadora del Premio Planeta 2016) de Dolores Redondo Todo esto te daré que, como os comentamos antes, se inspira en Vía Romana para crear la bodega Heroica. De hecho, cuando visitamos la bodega estaban preparándola para acoger el rodaje de la película, en lo que sería la cuarta novela de la autora que acaba teniendo una versión cinematográfica después de la Trilogía Baztán.
Y hasta aquí nuestra visita a Vía Romana. Nos vemos en la próxima bodega.